Siempre (Im)perfectas

Unos apuntes inspirados en el documental Sempre (Im)perfectes del programa Senseficció de TV3. 28 de enero de 2025.

Documental que aborda la presión estética en estado puro, devastadora en algunos casos y mirada con una innovadora amplitud. Víctimas que no victimizados los cuerpos femeninos, todos ellos y más; los racializados, los cuerpos mutilados y los que envejecen. Aunque también se visibilizan los sufrimientos de los cuerpos masculinos como en una especie de fallo del sistema, de daño colateral, de disparo en el pie. Porque no podemos obviar que nosotras seguimos sufriendo ese extra de inspección, presión, sometimiento, control y apropiación de nuestros cuerpos y por ello, de cada 10 personas con problemas mentales relacionados con la presión estética 9 son mujeres y 1 es hombre. (A pesar de llevar 20 años asegurando que el número de hombres con TCA’s está aumentando, el 1% no se ha movido)

EL 80% de las mujeres no se gustan. «Si nadie se gusta, el problema está fuera de nosotras» así lo afirma Julia Barceló en dicho documental. Y continua «La diferencia se construye en la inferioridad, por tanto la uniformidad se premia».

«Cualquier cosa que sea susceptible de señalar la diferencia sirve para menospreciar y por tanto someter y esta es la lógica patriarcal».

Quien se apropia, controla, inspecciona y presiona el cuerpo femenino es, sin duda, un patriarcado que crea y mantiene un sistema social y económico basado en la lucha por la riqueza y el poder, que necesariamente, jerarquiza, somete, excluye y separa, y por supuesto coloniza aquello que considera su objeto de deseo.

Es responsabilidad última de este sistema, porque es para el mantenimiento del mismo, que se construye ese extra de insatisfacción y es la industria de la belleza, en este caso, quien presenta y difunde un modelo estético alejado de la realidad favoreciendo el consumo de sus productos y servicios deseables para la corrección de la FALTA.

Y es que la FALTA, es una experiencia universal, nos expulsa de la fantasía de perfección y de completitud, nos saca del narcisismo y nos pone en relación con el Otro. La vida en si misma se encarga de ponernos en contacto con ella, para activar nuestro deseo de completarnos con lo que la vida nos da, pero tanto el defecto de conciencia de la falta como el exceso nos dejan solos en el mundo.

Mara Rodríguez explica que su experiencia primera ante ese sentimiento fue la vergüenza que la llevó al silencio, eso es aislamiento social.

«Si no estoy delgada no tengo nada», dice Mara y no es una exageración. Efectivamente no tener vínculos con los iguales y además experimentar el rechazo de todos ellos es, no tener nada realmente importante.

Lo que dice Mara en realidad es que si no tengo vínculos, no tengo nada.

Que no hay posibilidad de satisfacción sin relaciones interpersonales es un hecho constatado.

Todos los problemas de Miki Nuñez están relacionados con su cuerpo. Al igual que Mara, parecen haber servido de chivo expiatorio de la tendencia agresiva mal entendida y mal gestionada de su entorno cercano, ávido de someter, competir y diferenciarse. Lamentablemente la comunidad educativa sigue sin ser capaz de reconducir una situación conocida y repetida y que causa traumas de por vida..

En un momento clave, la niñez y la adolescencia, tan crucial para la construcción de la propia identidad y de la relación con uno mismo, el rechazo vivido por algo que viene dado, como es la forma del cuerpo, fijará la «gordura» ya no como atributo sino como condición identitaria. La imagen mental del cuerpo «gordo» se fijará para siempre, de ahí la distorsión corporal y de ahí la identificación posterior con los síntomas de TCA que aparecerán con mucha probabilidad. Toni Mejías, cantante de «Los chicos del maíz» y participante en el documental, por su sufrimiento anoréxico, lo explica asegurando tener «miedo a perder la enfermedad por perder algo en lo que te reconoces»

Miki Nuñez lo nombrará diciendo que nunca percibió su preocupación estética como algo que pudiera cambiar.

Y Mara, va a contarnos como la gordura se fue convirtiendo en identitaria dado que su experiencia vital está mediatizada por esta condición. «He socializado como mujer gorda»

La falta de conciencia de problema cuando se padece un TCA es justamente esa identificación, es como estar pegado a la forma de mi cuerpo y a todas las conductas desarrolladas para cambiarlo, mejorarlo o mantenerlo como si el mundo interno de la persona, su motivación vital, su proyecto de vida fuese ese. La persona está sólo en contacto con ese asunto y lo demás está en el fondo de su conciencia. A más identificación más cronificación.

Miki Nuñez, se pregunta qué pasará cuando deje de poder poner parches a su problema, a través de la comida «sana» y el deporte. Ese parche sirve para no entrar en contacto con la fobia corporal que es la base del trastorno.

Tendrá que ser afrontada, cuando la persona esté preparada para ello. La madurez ayuda. No hay que tirar la toalla.

La cronificación del TCA, SOLO significa que la persona AUN no lo ha superado.

Pero como ya habremos oído, no todo el mundo desarrolla un TCA, a pesar de que la presión parece atravesarnos a todas. Porque suceden antes algunas cosas que van a construir una especial vulnerabilidad, como por ejemplo, haber aprendido a ser el centro de la atención, recibir halagos continuos, ver a los adultos cuidar excesivamente su imagen, tener unos primeros vínculos fusionales y sobreprotectores y algunas otras cosas. Todo esto vulnerabiliza porque impide el desarrollo de la autonomía personal, la capacidad de autoapoyo y la excesiva dependencia del entorno cercano.

Así que este va a ser el trabajo terapéutico que va a prevenir la victimización, un trabajo de resolución del trauma, de desidentificación respecto a la imagen como problema a resolver, un trabajo de ampliación de la conciencia en mi presente y de reescritura de mi historia pasada, un trabajo de reapropiación tanto de mi cuerpo y de mi imagen corporal como de mi vida social y de mi persona completa.

La revolución también puede y quizás debe ser gestada en el interior de cada individuo, en un arduo trabajo interno de revisión que después puede difundirse y tocar a otras personas. Tal y como nos enseñan los testimonios que se transparentan con valentía en este documental.

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